Seguramente a todos se nos pasó por nuestras cabezas la idea de tener nuestro propio negocio o empresa, para poder llevarlo adelante como mejor nos parezca y nos de la gana. El tener un emprendimiento es una posibilidad para todas las personas, no está restringido para un grupo determinado. Pero bien, así como no hay dos personas iguales, también hay emprendedores de muchos tipos distintos. Entonces, veamos algunos requisitos para ser uno de ellos.
Actitud
Para ser emprendedor no necesitamos títulos universitarios o un coeficiente intelectual determinado. La principal característica del emprendedor es su actitud y algunos valores que lo acompañan. Muchos son fácilmente imaginables, como la voluntad de trabajar duro, el esfuerzo y las ganas de aprender en lo que hacemos.
Pasión
Hay un ingrediente clave que quizá ignoremos, es la pasión. Ella nos permitirá que nuestro emprendimiento no sea una carga, sino algo que hagamos con cariño. También nos dará la persistencia y la constancia, muy importantes para sobrellevar los duros momentos de nuestro trabajo. No todos serán éxitos, los tropezones son propios de toda actividad. Pero hay que estar listos para ponerse de pie y aprender de nuestras experiencias. Nunca podemos dejar de aprender. Hay que estar constantemente capacitándose, innovando, explorando, descubriendo nuevas posibilidades.
Esfuerzo extra
Tengamos en cuenta que habrá momentos especialmente difíciles, como los inicios y los de cambios profundos. Se requerirá de un esfuerzo extra durante estas etapas para después poder ir llevando la actividad con más calma.
Formación
Por último una reflexión a tener siempre presente: los emprendedores no nacen, se hacen. Nadie nació con todo lo necesario para ser un emprendedor exitoso. Es la práctica y nuestro trabajo lo que nos convertirá en uno de ellos. Necesitaremos tiempo y esfuerzo, es la única receta. Pero si tantos otros pueden hacerlo, ¡nosotros también podremos!