Cuando tenemos mucho trabajo por delante, intentamos trabajar sin “perder el tiempo”. Nos parece que cuanto menos quitemos nuestra atención de las tareas mejor aprovecharemos el tiempo y podremos trabajar mejor. Esto es realmente falso, ya que en toda actividad las pausas son fundamentales. Nuestro trabajo irá en detrimento con el tiempo, con la cual poder hacer un alto en la tarea y renovar fuerzas antes de continuar es imprescindible. Veamos un poco más de tener nuestros descansos, aunque sean pequeños, y estos redundarán en un mejor trabajo al final de la jornada.
Hay dos elementos claves en nuestra rutina de trabajo que son la atención y la creatividad. Estos dos son como las baterías de nuestro cerebro. A medida que van pasando las horas de trabajo, éstas van disminuyendo, hasta que llegaremos a un punto en el cual desaparezcan. Para “recargarlas” un poco y poder volver a contar con ellas en nuestra actividad es que necesitamos de las mini pausas. Ellas reinician el ciclo mental, devolviéndonos energía, concentración y creatividad.
En cuanto a las características que deberían tener nuestras mini pausas para ser efectivas y renovarnos en nuestra capacidad de trabajo, podemos marcar lo siguiente: es necesario tenerlas siempre que pasemos de una tarea a otra pero también pueden tenerse cada períodos iguales de tiempo y su duración debería ser de unos pocos minutos (menos de 5). Además de esto nos ayudará el hecho de salir de nuestro lugar de trabajo, nuestro escritorio o mesa y ordenador. Podemos realizar algunas flexiones u otros ejercicios de relajación, que nuestro cuerpo se mueva un poco y hagamos correr más sangre por nuestras venas. Otro ingrediente importantísimo son los líquidos, bebe sobre todo mucha agua.
Intenta estas sugerencias y verás como lejos de perder el tiempo, sentirás que trabajas mejor.
