El Branding es un elemento clave en todo negocio. Para que los potenciales clientes conozcan con exactitud cuál es nuestro producto o servicio, debemos contar con un buen branding que nos describa, informe quiénes somos y suscite el interés de los visitantes. El mismo debe hacer énfasis en las necesidades que nuestro servicio cubre y todos sus beneficios. Hay algunas claves para que esta descripción y presentación sea exitosa y genere el acercamiento del público.
Es necesario que conozcamos a los consumidores, nuestros potenciales clientes. Hay que hacer un trabajo de investigación y descubrir sus necesidades, su estilo de vida, sus costumbres, cómo comunicarnos con ellos, qué les agrada, etc. De esta manera podremos personalizar mejor nuestra propuesta hacia ellos.
La competencia es reñida, así que mejor pensar cómo vamos a diferenciarnos del resto y qué exclusividad vamos a ofrecer. Intenta responder la siguiente pregunta: "¿Qué tiene mi negocio que no tiene mi competencia?, ¿Por qué me elegirían a mi y no a otro?".
Hay que recordar que los clientes quieren servicio y calidad. Si bien la marca en sí misma es importante, nunca lo será más que el producto. Pensemos en algo que satisfaga al cliente y acompañémoslo con una buena marca. La estética y el estilo por sí solos no venden.
Son muy pocos los productos que pueden tener éxito con un rango muy amplio de público. Hay que restringir nuestro objetivo y apuntar a cierto grupo específico de personas. Recordando que quien mucho abarca, poco aprieta, mejor concentrarnos en cierto público y no esperar llegarles a todos.
Siempre es recomendable darle un toque de originalidad a nuestro negocio, algo que lo destaque y de que hablar. Puede ser algún simple detalle que sea innovador, pero que de alguna manera sea como un sello distintivo con lo que nos identifiquen.