Cuando hablamos de marketing no siempre hablamos de lo mismo. Hay situaciones, contextos diferentes. Hay diferentes tipos de personas con las cuales estamos interactuando, por lo que nuestro trabajo de marketing puede ser bastante diferente según la situación en la que nos encontremos. Uno de estos casos es cuando hablamos del marketing B2B (business to business) y el B2C (business to consumer). O dicho en castellano marketing con empresas y marketing con consumidores.
Los términos B2B y B2C se utilizan para distinguir los procesos de marketing de negocios que venden principalmente a consumidores finales y los que lo hacen a otros negocios. Si bien los programas de marketing pueden ser los mismos (publicidad, eventos, relaciones públicas, etc.), la forma en la que se llevan adelante y sus mensajes pueden ser distintos. El primer paso en la estrategia de marketing es común para ambos: identificar el público objetivo y cómo vamos a satisfacer una de sus necesidades. A partir de allí las actividades serán diferentes.
El B2C está orientado a un producto
A lograr que el público sea un comprador tan agresivo y recurrente como sea posible. Se maximiza el valor de la transacción y cuenta con un gran mercado. El proceso de compra es breve y se motiva con estrategias como cupones y promociones. Se crea una poderosa imagen de marca con publicidad repetitiva. Se suscita un deseo de compra en el público al relacionar el producto con cierto status, deseo o por su precio.
El B2B está orientado a establecer relaciones
Se maximiza el valor de la misma y se desarrolla en un mercado acotado y reducido. El proceso de venta tiene varias etapas, es más prolongado y es a mayor escala. El prestigio e identidad de la marca se crea a través de relaciones personales. El marketing se orienta a educar y transmitir el valor de la empresa.