Quienes son dueños o dirigen algún tipo de negocio saben que hay momentos en que tenemos demasiadas cosas pendientes en nuestra lista de tareas. A veces el tiempo parece que no nos alcanza para todo lo que hay que hacer y una buena organización es la única manera de poder cumplir con todo. Tan es así que mucho se ha investigado entorno a la gestión del tiempo y una estrategia que puede ayudarnos en ese terreno es el GTD, del inglés “Getting Things Done” o “Haciendo las cosas”. En español también se le conoce como “Organízate con eficacia”.
Los principios del GTD
- Necesitamos sacarnos de la cabeza todo el trabajo pendiente y que ocupe lugar en otro sitio. Así estaremos liberando nuestro recurso más importante para el trabajo, nuestra mente.
- Organizar y procesar las tareas pendientes y toda la información relacionada con ellas.
- Una tarea pendiente que demande 2 minutos, o menos, debe realizarse inmediatamente.
- Recopilar todas las cosas que necesitan hacerse, lo pendiente, y almacenarlo en cualquier soporte que no sea nuestra mente. Luego iremos encarando cada uno de ellos y al finalizar las tareas, el depósito debería quedar vacío.
- El procesamiento tiene como normas: comenzar por el principio, realizar una tarea a la vez, no volver a la lista de pendientes algo que comenzamos, realizar las acciones o delegarlas/posponerlas/desecharlas según corresponda.
- La organización sugiere las siguientes categorías: acciones próximas (siguiente paso), proyectos (lo que requerirá más de una acción), en espera (debe suceder algo antes de realizar la tarea), quizá (cosas que aún no es posible realizar).
- Hay que revisar todo paso que damos y los que vamos a dar, dediquemos un tiempo a eso al menos semanalmente.
- Al mismo tiempo no dejemos que tanta organización se apodere del tiempo de hacer tareas, que por supuesto es otro de los principios.