Una de las noticias más importantes de los últimos días es la venta de la red social MySpace. A diferencia de otros grandes como Facebook y Twitter, esta red ha vivido una notable baja en popularidad y usuarios durante los últimos 4 años. Tanto es así que su último dueño la compró en el 2005 por 580 millones de dólares y la vendió ahora por sólo 35 millones.
Esta historia es otras tantas del magnate de las comunicaciones de News Corp, Rupert Murdoch. Al parecer este no es su único mal negocio en los últimos años. Cuando él compró MySpace en 2005 las previsiones eran muy alentadoras, de hecho 2 años más tarde se hablaba de la “generación MySpace” por la popularidad que tuvo. Lamentablemente para sus intereses la historia tuvo un giro dramático. Algunas lecciones y consejos pueden tomarse de este desenlace.
Una primera reflexión es que, como todo en esta vida, nada es eterno. También las redes sociales que parecen inmortales como Facebook o Twitter no tienen asegurado un futuro en constante crecimiento como ha sido hasta ahora. Por otro lado hubo una diferencia sustancial entre MySpace y las otras redes mencionadas. Esta fue creada por gente vinculada a la industria del entretenimiento, los otros grandes por adictos a la internet y la informática. Quizá MySpace no pudo evolucionar tan rápido como fue su éxito.
El anonimato es otra de las grandes diferencias de MySpace, podían crearse cuentas con cualquier identidad (algo bastante común). En cambio la gente comenzó a aparecer en Twitter y Facebook con sus verdaderos nombres.
Otra posible razón es la relacionada con la publicidad. Si bien todas las redes utilizan este recurso para ganar algunos millones, en el caso de MySpace la venta de este servicio fue bastante más dramático, incluyendo un acuerdo de 900 millones con Google.
Por último la hipótesis más sencilla de todas: Facebook y Twitter no dejan lugar para ningún otro serio competidor. El resto tiene que conformarse con migajas y saber que no todas las redes sociales son tan exitosas.