Actualmente hay miles de personas que se ganan la vida trabajando en Internet exclusivamente, realizando la gestión de sitios Web exitosos: sus propios sitios. Al ser entrevistados, la mayoría de ellos coincide en recomendar determinadas acciones que les llevaron al éxito.
Aunque la lista es extensa, enumeraremos las principales, por ser las más útiles para cualquiera con el valor y las ganas para acometer esta clase de empresas.
No abras un sitio Web sobre las cosas que más te gustan; abre un sitio sobre las cosas que la multitud prefiera. Mucha gente se entusiasma con la idea de abrir un sitio Web sobre su actividad o pasatiempo favoritos, sin investigar previamente para cerciorarse de que cuenta con una cantidad respetable de adeptos que tengan interés en el tema. Varios emprendedores cuentan que debieron enfrentar la derrota con sus primeros emprendimientos, debido precisamente al hecho de que supusieron que a todo el mundo le gusta lo mismo que a ellos.
Utiliza WordPress: es el que más rápido logra visibilizarse en Internet. Debido a su profunda orientación hacia el SEO, keywords y meta-tags, este Gestor de contenidos está diseñado para que los motores de búsqueda de contenidos en la Red (llamados también “spiders”) puedan encontrar fácilmente lo que vinieron a buscar.
Una vez que has logrado que la multitud visite con frecuencia tu sitio Web, no te duermas en los laureles. Aunque la creencia general es que cuando un sitio Web está generando ingresos no es necesario cambiar nada de él, eso es totalmente erróneo. A la gente le gustan las novedades, y tiende a aburrirse fácilmente con lo que ve seguido. Para asegurarte de que la gente regrese una y otra vez, implementa con frecuencia novedades simpáticas, que la gente note y aprecie, sin que esto implique un cambio demasiado brusco o radical, en cuyo caso efectivamente la multitud saldrá en estampida.
Será necesario invertir miles de dólares en tu sitio Web. Esta es una de las creencias más generalizadas, y es absolutamente falsa. Hay sitios Web que han empezado con apenas el dinero necesario para comprar el hospedaje y el nombre de dominio, y han sido construidos en los ratos libres, sin gastar un solo centavo, y han crecido escalofriantemente. Lo que en realidad importa aquí es la idea principal del sitio y la novedad que aporte al Internet o al menos a un grupo grande de personas.