En los negocios generalmente hay muchas cosas por hacer. Quienes disfrutan de esta actividad suelen caer en la tentación de hacer muchas cosas al mismo tiempo, buscando terminar con todo lo antes posible. Esto se conoce como multitarea y es también una característica de nuestra cultura, donde generalmente estamos haciendo varias cosas al mismo tiempo. Sin embargo, en los negocios la multitarea puede no ser tan efectiva como pensamos. Veamos algunos posibles efectos negativos de ella.
Primeramente el hacer varias cosas al mismo tiempo no significa terminarlas antes. Al fin y al cabo seguimos siendo una sola persona que debe repartirse. En muchos casos terminamos por demorar más que si las hiciésemos por separado. Además nuestra concentración no es la misma, ya que debemos poner nuestra cabeza en varios lugares. La calidad no será tan buena como si estamos enfocados en una única tarea, siendo más probable que cometamos errores por una distracción o descuido.
Muchas veces el estar en muchas cosas a la vez nos pone más ansiosos y apresurados, pudiendo cometer errores por ser atropellados. Puede resultar más tranquilizante el tener tres listas de cosas: una que ya hicimos, otra pendiente y una única cosa que estemos haciendo. Nos preocupamos sólo de una, las pendientes nos preocuparán cuando llegue el momento.
Seguramente tendremos un mejor control de nuestro trabajo y de nosotros mismos haciendo una cosa a la vez. Le prestaremos la misma atención y recursos a todas las tareas, sin privilegiar o descartar ninguna en particular. En el caso de trabajar para varios clientes, todos se merecen la misma dedicación, algo difícil de lograr si atendemos muchos pedidos al mismo tiempo.
Por último y con seguridad, la multitarea nos pone más nerviosos porque nos hace perder el control. El tener muchas obligaciones entre manos nos deja más inquietos, llegando por momentos a no saber qué es lo que realmente estamos haciendo.