Sí es verdad que “la unión hace la fuerza”, esto se vive más plenamente en los negocios. Siempre un buen equipo de trabajo desarrollará actividades con mayor posibilidad de éxito que un individuo por si solo. Pero el contar con un gran capital humano no es tarea fácil ni mucho menos inmediata. Mientras la tecnología, los equipos, las instalaciones, pueden obtenerse con dinero y en tiempos cortos; un verdadero equipo requiere de tiempo para su conformación. Quizá sea el capital más importante de una empresa. Aquí apenas algunos consejos sencillos para trabajar por nuestros recursos humanos.
Trabajadores implicados
Un verdadero equipo conoce y comparte sus objetivos, “todos tiran para el mismo lado”. Una de las principales tareas de los directivos y gerentes es presentar claramente la visión y misión de la empresa, logrando que todos sus trabajadores se identifiquen con ellas. Si esto se logra, su trabajo naturalmente irá en esa dirección. Hay algunas actitudes que nos ayudarán en esto, el hecho de que las personas se sientan respetadas, reconocidas, involucradas, motivadas, que aprendan desde nosotros.
Ambiente acogedor
Esto lleva a otra parte importante y es que los trabajadores se sientan parte de la empresa. Para lograr esto trabajemos respecto a las condiciones en que se trabaja (la calidad de vida dentro de la empresa), enriquecer a las personas (aconsejando, adiestrando, acompañando), no medir resultados fríos sino la actitud de los trabajadores.
Comunicación bidireccional
Es imprescindible dar lugar a la participación, abrir las puertas a los aportes e iniciativas de todos los empleados. Esto no significa que se vaya a realizar todo lo que los empleados proponen, claro está. Pero si implica escuchar, analizar y considerar los aportes. También el de conversar e intercambiar nuestras opiniones acerca de las propuestas. Habrá las que no nos convenzan, pero seguro también habrá de las otras.